GRUPO
TEATRAL:
ActorStar (4° B)
MADRE SOLO HAY UNA
(Guion teatral adaptado del
cuento “Madre coraje”, cuya autora es María Fernanda Condori Ventura)
PERSONAJES:
·
JACINTO ->
REYNALDO PUMATANCA CORAHUA
·
SORAYA -> MILAGROS CORAHUA CORAHUA
·
JUAN -> CLINT ORTIZ AMÉZQUITA
·
PEDRO -> FRANCIS TORRES MAMAMI
·
NARRADORA -> CARLITA YANA SOTO
ACTO I
ESCENA I
Narradora: En este
añejo pueblo, pueblo de Juan Pablo Viscardo y Guzmán, los hombres y mujeres son
reconocidos por su gran labor desplegada como campesinos y ganaderos, son el
orgullo de “la perla del Coropuna” (Pampacolca). Soraya tenía 2 hijos nacidos
en Huancor, mujer valiente nacida para luchar en la vida.
Soraya: (gritando)
Levántense hijos, ya es tarde, es hora de ir a la escuela.
Juan: Ya mamá, ya
vamos (levantándose).
Pedro:
(adormitado) Mmmmmmmmmmm.
Juan: (renegando)
Pedro levántate o te doy una patada.
Pedro: No me
molestes, como si a ti te voy a hacer caso.
Soraya: Dejen de
pelear muchachos, caramba se les va hacer tarde, hasta que tomen su desayuno.
Juan: Mamá, no
veo a mi papá, para dónde se fue.
Soraya: Madrugó a
traer leña hijo, ya vendrá.
Pedro: Mamitay,
que hay de desayuno.
Soraya: Saralahua
hijo, vamos a la mesa.
Juan:
(desesperado) Ya se nos está haciendo tarde, ya nos vamos mamá, hasta la tarde.
Soraya: Ya hijos,
cuídense, traten de llegar temprano para ayudar a su padre.
Narradora: Los dos
hermanos: Juan y Pedro, viniendo de Huancor, se toparon en el camino con una
culebra negra amarillenta, que se les cruzó intempestivamente, ellos se asustaron
por la creencia que tenían.
Juan: (piensa y
habla con voz de preocupación) Pedro, ahora que nos va a pasar, la muerte va a
rondar en nuestras vidas.
Pedro: (asustado)
Maldita culebra, ni siquiera me ha dado tiempo de perseguirla y matarla.
Narradora: Ya en la
I.E. “Juan Pablo Viscardo y Guzmán”, los jóvenes no podían concentrare en sus
clases, la imagen de la culebra no podían sacársela de la cabeza. Terminaron de
estudiar, y rápidamente regresaron a su casa, preocupados.
ESCENA II
Narradora: Soraya y
Jacinto, tenían la costumbre de salir a pastear durante el día su rebaño de
ovejas en las alturas de Huancor. Aprovecharon el hermoso día que hacía, y se
sentaron un rato a hablar sobre su familia, se sentían orgullosos de sus dos hijos,
su felicidad hizo por un momento que se olvidaran de los animales.
Jacinto:
Soraya, Soraya (desesperado)no hay las
ovejas, voy a ir a buscarlas.
Soraya: Dónde se habrán
metido, corre corre, cuidado que se pierdan.
Jacinto: ¡Ay Dios mío!
(en un pendiente peligrosa) por favor que nada malo me pase (asustado, sin
darse cuenta) Qué hago (se resbala y cae) ¡Auxilio, auxilio, socorro, socorro,
ayúdenme!
Soraya: Hay Dios
mío, creo que está gritando mi esposo, presiento algo malo (se acerca al lugar
del siniestro) No, no, no puede ser, no es cierto, Jacinto despierta por favor (llorando).
No te vayas, no me dejes sola, mi vida sin ti ya no va a ser vida, auxilio,
auxilio.
Narradora: La escena
era desgarradora. Al escuchar los gritos desesperados de Soraya, vino en su
auxilio Don Claudio (quien pasaba justo por el lugar). Llamó de inmediato al
Puesto de Salud de Pampacolca. Pasó una hora para que llegara la ambulancia. En
el trascurso del camino, Jacinto empeoró por el movimiento del carro, faltando
muy poco para llegar, dio su último suspiro.
Soraya: (desencajada
e ida, llorosa) Tengo que ir al colegio a darles la noticia a mis hijos.
Juan: Mamita, qué
pasó, por qué lloras.
Pedro: Dinos
mamita, porque estás llorando, donde está mi papá.
Soraya: Acérquense hijos
(los abraza, todos lloran). Su padre ya no está con nosotros, acaba de sufrir
un accidente en el cerro, sé que él nos va a proteger desde el cielo.
Juan y
Pedro:
No, no, no, no papito, papito, por favor no te vayas, no es cierto (salen
corriendo).
ESCENA III
Narradora: Con la muerte de Jacinto, la
familia quedó devastada, tanto moralmente como económicamente, tuvieron que vender
gran parte de sus animales para poder costear el entierro… Pasaron dos largos
años y la tempestad no pasaba en la familia de Soraya.
Pedro: (con voz
triste) Ya han pasado 2 años, que mi papá nos dejó.
Juan: Sí es
cierto, además ya no lo extraño mucho, lo que me preocupa es mi mamá, la veo
flaca sin ganas de vivir, pienso que se va a morir.
Pedro: Mejor vamos
a verla, las cosas no pueden seguir así (se dirigen a ver a su madre).
Juan: Mamita, hoy
día recordamos la muerte de nuestro padre, han pasado dos años, y no hemos
hecho nada por él, estamos ahogándonos en nuestros problemas y ya es hora de salir
adelante, cambiemos por favor.
Pedro: Sí mamita,
no podemos seguir así. Recuerdo que mi padre nos decía, estudien hijos, esa es
la mejor herencia que les voy a dejar. No queremos que sean simples pastores,
queremos que sean profesionales, para así poder ayudar a la gente que lo
necesita.
Soraya: (con
lágrimas de satisfacción, al escuchar a sus hijos, mira al cielo) Jacinto,
esposo mío, perdóname, sé que me están mirando desde el cielo, dame las fuerzas
que necesito para seguir adelante. Desde el día de hoy, todo va a ser diferente
(abraza a sus hijos).+
Juan: Yo voy a
estudiar para ser ingeniero, quiero que mi padre se sienta orgulloso de mí.
Pedro: Ya también
hermano, voy a estudiar duro y parejo.
Soraya: Hijos, me
siento orgullosa de escucharlos hablar así.
Narradora: Así termina
esta historia, Soraya y sus hijos cumplieron sus sueños. Actualmente viven en
Arequipa, y son reconocidos por el apoyo que hacen a las personas más
necesitadas, sobre todo de Huancor y Pampacolca.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario